¿Te has parado a
pensar que cada paisaje, cada arroyo, cada rincón de un bosque, cada pico de
una montaña, cada valle, cada pueblo, cada barrio… tiene su propia sonoridad y
que ésta es tan “personal e intransferible” como una huella dactilar?
¿Alguna vez has
cerrado los ojos e intentado “ver con los oídos”?
Si no lo has
hecho, te invitamos a que camines por Miera y su entorno y nos conozcas con los
oídos, ¡¡¡vivirás una experiencia sorprendente!!!
…pero si hoy no
puedes acercarte, abrimos aquí una ventana para que puedas vivir la experiencia
en cualquier lugar del mundo.
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